Navalagamella y la Luna


Esta historia siempre ha traído un poco de controversia entre los dos pueblos, Navalagamella y Fresnedillas, lo cierto es que:
El 16 de julio de 1969, tres astronautas estadounidenses despegaron desde Florida a bordo del cohete Saturno V con destino a la Luna. Se trataba de la misión Apolo 11, el primer intento de alunizar con seres humanos. El mundo entero seguía con expectación el histórico viaje, que duraría ocho días y culminaría con el primer paseo lunar.
Entre los millones de espectadores que se asomaban a sus televisores o radios para seguir las noticias de la misión, se encontraban los habitantes de Navalagamella, un pequeño pueblo de la Comunidad de Madrid. Navalagamella se ubica en la zona occidental de la región, en la Sierra Oeste, y tiene una población de unos 2800 habitantes. Su nombre proviene del término nava, que significa prado o tierra llana, y gamella, que significa artesa o recipiente para dar de comer y beber a los animales.
Navalagamella tenía una especial conexión con el espacio, ya que en su termino municipal se encontraba la estación de seguimiento de Fresnedillas-Navalagamella, una de las tres instalaciones que formaban parte de la Red del Espacio Profundo (DSN) de la NASA. Esta red se encargaba de comunicarse con las naves espaciales y transmitir datos e imágenes de las misiones. La estación de Fresnedillas-Navalagamella
jugó un papel clave en el Apolo 11, ya que fue la encargada de recibir las primeras señales del módulo lunar Eagle cuando se separó del módulo de mando Columbia y comenzó su descenso hacia la superficie lunar.
Los vecinos de Navalagamella se sentían orgullosos de tener tan cerca un centro tan importante para la exploración espacial, y algunos incluso trabajaban allí como técnicos o ingenieros. Muchos de ellos se reunieron en el bar del pueblo o en sus casas para ver en directo el alunizaje y el primer paseo lunar, que tuvieron lugar el 20 y el 21 de julio, respectivamente. Fue un momento emocionante e inolvidable para todos ellos, que compartieron la alegría y el asombro de ver a Neil Armstrong y Buzz Aldrin caminar sobre el suelo lunar y plantar la bandera estadounidense. También escucharon con atención las palabras del presidente Richard Nixon, que felicitó a los astronautas por su hazaña y les dijo que habían hecho historia.
El Apolo 11 fue un hito para la humanidad y para la ciencia, pero también para Navalagamella y su entorno. El pueblo se convirtió en testigo privilegiado de una aventura espacial sin precedentes, que marcó un antes y un después en la exploración del cosmos. Navalagamella sigue siendo hoy en día un lugar donde se puede disfrutar de la naturaleza, el patrimonio histórico y cultural, y también del legado espacial que dejó el Apolo 11.


Estación-Fresnedillas-Navalagamella-INTA-NASA
